miércoles, septiembre 24, 2014

Sin señales de un peligro inminente

Ninguno de los dos; ni vos ni yo, estuvimos atentos a signos o señales que preanunciaran un mal próximo, una catástrofe natural, un caos provocado o una crisis que de alguna forma se asemeje a una oportunidad.

No presté atención a ningún cartel así que no puedo saber si establecían normas,avisaban peligros, reducción de calzada o simplemente prohibían avanzar.

Firmes y con dedos frágiles, en ningún momento tus manos intententaron empujar puertas de salida, "Éxit" o de Emergencia.

No sabías; es cierto; que todas ellas estaban cerradas con cadena y candado.

No hubo momento del día, ni de mañana ni de noche, en el que prestáramos atención a los gemidos de las sirenas de policía, bomberos u otros benefactores de la realidad.
Ni de madrugada ni en pleno amanecer fueron escuchadas por nuestros desatentos oídos.

Cómo puede ser que no viéramos el tropel desbocado de personas en plena carrera,plena huida, alejàndose del hogar.

Al otro día al despertar no leimos los diarios ni sus titulares, simplemente preparamos el desayuno pensando en nuevas maneras de escapar de lo habitual.

Recién entrada la tarde prestamos atención al silencio circundante la quietud reinante.

Fue ,quizás, por esa sensación de vacío o libertad que uno de los dos.
Fuiste vos? fui yo?; dijo al otro :


- me parece que estamos solos en la ciudad.