Primero el golpe, el impacto contra la superficie de Marte, luego el calor de
las llamas.
La
nave se derretia por el fuego y Walter no se podia concentrar en otra cosa que no fuera ese penetrante/insoprtable dolor en su cara y
sus ojos que eran como dos nubes prontas a llover, que no lo dejaban ver con claridad.
Se
sentían asustados y se presumían solos.
-
No tan solos – señaló a los que se acercaban amenazantes
-
¿Qué son? Preguntó Walter forzando la vista
-No
sé, son un algo.
Enzo
dirigió la mirada hacia la nave casi destruida, luego la desvió
hacia su compañero que trastabillante intenta caminar hasta quienes
se acercaban.
-
Somossss amiiiigosssss
-Veniiimoos
en sooon de pazzz-, hablaban deletreando, por alguna razón se suele
pensar que si no conocemos cómo habla la otra persona, si alargamos
las sílabas, de esta manera sí nos hacemos comprender.
Como
respuesta el líder disparó directamente a la rodilla de Walter.
-
Venimos de la Tierraaaa-, pudo decir, aún herido.
-
¿Planeta Tierra?-, preguntó el líder.
-
Si-, contestó Walter, sin deletrear.
-
Oh, Tierra… Maradona-, dijo el líder.
Les
perdonaron la vida aunque quedaron prisioneros y cada noche deben
contar alguna genialidad del 10, sin inventar ni repetir.
En
eso deben andar por estas horas, narrando jugadas, goles, tacos y
hasta derrotas para poder estirar sus vidas un día más, una
gambeta más.
1 comentario:
¡Genial, Mario!
¿Pasará lo mismo con Messi? Aunque hay tanto para contar "del Diego"...
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